Actividades

Enclave histórico

Situada en una zona con una gran riqueza cultural y arquitectónica, como es la comarca de La Ribagorza, nombre emblemático en la historia del antiguo Reino de Aragón, y todavía después de tantos siglos el territorio conserva numerosas huellas de ese rico pasado milenario. Pinturas rupestres, yacimientos paleolíticos y neolíticos, románico lombardo y fortalezas medievales son reflejo del legado histórico de la comarca. Ribagorza se enmarca en un paisaje privilegiado, en el centro de los Pirineos, caracterizado por la belleza de sus valles y montañas

Graus es la capital de la comarca de Ribagorza. La villa cuenta entre sus calles y plazas con un excepcional patrimonio que le confirió en 1975 la declaración de Conjunto histórico-artístico. En pleno Pirineo aragonés su ubicación en la confluencia de los ríos Ésera e Isábena han hecho de esta población cruce de caminos y lugar de tránsito de pobladores diversos y distantes en el tiempo.

A tan solo 200m se encuentra el yacimiento arqueológico Labitolosa una ciudad romana que se remonta a finales del siglo I a.C. El gran descubrimiento fue el conjunto de edificios públicos como la Curia, que conserva restos de inscripciones y las Termas. En la Curia se reunía el consejo de los decuriones, siendo uno de los edificios mejor conservados de la Hispania romana. Estos edificios pertenece a la época de la dinastía romana de los Flavios.

Junto al Valle de Isábena que comienza en Capella donde nos da la bienvenida un puente medieval de 8 ojos siendo uno de los más sensacionales del Altoaragón. Si seguimos el curso del río visitamos Laguarres y seguimos hacia Lascuarre para contemplar los restos de su castillo y antigua muralla medieval, su casco urbano y la iglesia de estilo Gótico Aragonés. Nos desviamos hacia el municipio de Monesma–Cajigar donde en sus pequeñas localidades quedan restos de arquitectura civil además de edificios religiosos como la iglesia románica de Cajigar. Roda de Isábena nos fascinará, no hay palabras para describir esta localidad, hay que visitarlo obligatoriamente si se pasa por este valle. Se sitúa sobre un tozal mirando hacia la Sierra de Sis a un lado y al otro el Macizo del Turbón. Está formado por la Catedral de San Vicente Mártir de estilo románico aunque con algunas modificaciones posteriores, fue declarada Bien de Interés Cultural igual que el Conjunto Urbano de la Plaza Mayor. Lo más sorprendente es la cripta y el claustro.

La villa de Ainsa, estaba compuesto por un castillo, mucho menor que el actual y separado del pueblo, y un recinto amurallado formado por las calles y la iglesia de San Salvador (hoy desaparecida) y la de Santa María, del que se conservan tres puertas de su trazado, que data de los siglos XI o XII. Posteriormente se amplio este, entre los siglos XIV y XV: se unió al castillo y se construyó la Plaza y varias casas en la parte baja del pueblo, surgiendo un segundo recinto amurallado. Este recinto se conserva en su mayor parte enmascarado por las viviendas que se adosaron por su cara interior. Se conservan diversos lienzos de las murallas, donde no existían edificios, en distintas partes del pueblo. También podemos admirar cinco de las siete puertas que existieron en los dos recintos.

A lo anteriormente descrito, podríamos listar un gran número de monumentos y edificaciones históricas, debido a la gran riqueza cultural de la zona.

Agua y Nieve

Gracias a una situación privilegiada, a apenas unos metros de la orilla del lago Barasona, tenemos la posibilidad de practicar todo tipo de deportes náuticos, de vela como el windsurf o vela ligera, de motor, como el esquí acuático, paseo en lancha, o también la práctica del piragüismo.

Todo un lujo, su proximidad con las estaciones de esquí de Cerler y Boi Taull, donde podemos disfrutar de todas las actividades que nos brindan la montaña y sus estaciones.

Deportes de Aventura

Dada la situación, en el corazón del Pirineo Aragonés,  podemos disfrutar de deportes propios de montaña como escalada, trecking, espeleología, mountain bike, alpinismo, rappel, quads, puenting, parapente, rutas a caballo, ala delta, vías ferratas, etc.

Su ubicación en la confluencia de los ríos Ésera e Isábena, facilita la practica de deportes de aventura como el rafting, hidrospeed, descenso de cañones, piragüismo, o del disfrute de la pesca.

Ruta Gastronómica

Los amantes de la buena mesa encontrarán en la comarca de La Ribagorza todo un conjunto de especialidades típicas que satisfarán al paladar más exigente.

La zona de Graus despliega un amplio exponente gastronómico fundamentado en su oferta de productos más cercanos como la trufa, la longaniza típica de la zona, y su gran variedad micológica. Tanta variedad hace que existan distintos restaurantes con una práctica de cocinas diversas, desde las más conservadoras, hasta otras más renovadas.

También cuenta con una gran variedad de carnes como el cordero, el ternasco y todo la variedad de caza, debido a la gran afición a la caza y a los espacios disponibles para ella en toda la zona.

Enclavados en una de las zonas vitivinícolas más importantes, como es la zona del Somontano, nos encontramos rodeados de multitud de viñedos y bodegas, brindando a los amantes del buen vino la oportunidad de degustar los excelentes caldos que ofrece la zona.